Doctor Iván Duque
Márquez
Presidente de la
República
E. S. D.
Señor Presidente:
En nuestra calidad de constituyentes de 1991, asesores, personas y
organizaciones que estuvieron vinculadas a los trabajos de la Asamblea Nacional
Constituyente, nos permitimos con todo respeto hacerle un llamado para que las
conversaciones que usted ha anunciado con el comité del paro y con los jóvenes
que han manifestado su inconformidad a lo largo de la geografía nacional deriven
en un verdadero escenario de participación democrática, que permita rescatar el
espíritu de diálogo y logro de consensos que caracterizó dicha Asamblea, pese a
las diferencias ideológicas, políticas, de historias de vida, de origen,
profesiones y oficios.
Aunque este diálogo debe adelantarse sin condicionamiento de parte y parte,
es deseable conseguir de inmediato una pausa, sin desistir de los justos y
legítimos reclamos de la protesta por la situación de pobreza acrecentada por
la pandemia y la incertidumbre de miles de jóvenes por su presente y su futuro.
No podemos desconocer que en muchos lugares el desabastecimiento y los cierres
de vías perjudican a la población tanto urbana como campesina y a la economía
de manera grave, como también impiden la atención a los graves problemas de
salud que nos aquejan.
Señor Presidente, dentro de la filosofía de la democracia participativa que
inspira la Constitución, uno de los instrumentos que tiene la ciudadanía para
dar a conocer sus reclamos es el derecho de manifestarse pacíficamente, derecho
que ha sido vulnerado por actos brutales de algunos agentes de la policía con
resultados desastrosos de pérdidas de vidas, personas heridas o desaparecidas y
hasta abusos sexuales. Es necesario que usted ejerza con rigor la función de
dirección de la fuerza pública y que, como comandante supremo de las fuerzas
armadas, impida que se repitan esos hechos violatorios de los derechos humanos por
quienes están llamados a proteger a todas las personas que habitan el
territorio y en particular su derecho a la vida.
Nuestro llamado es a que en las conversaciones que se adelanten, se
reivindique el espíritu que reinó en la Asamblea Constituyente donde muy pocas
decisiones se tomaron por mayoría, nos escuchamos, dialogamos, buscamos ese fin
superior que nos integraba a todos, que era una Constitución democrática,
incluyente, participativa y pluralista. Hacemos un llamado a buscar consensos en
el marco de la Constitución de 1991 y de su vigencia plena.
Constituyentes de 1991 de Colombia
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