21 de noviembre de 2020

LAS PANDEMIAS QUE NOS RODEAN

 

Las pandemias que nos rodean

Estamos en los momentos más difíciles que ha vivido el país en los últimos 50 años, y, todo parece indicar que, muchos dirigentes del país y algunas instituciones, no han dimensionado la profundidad y el nivel de este escenario, el cual tiene grandes repercusiones sobre todos los colombianos, en particular sobre los sectores más vulnerables de la población y sus entornos.

A los efectos de la pandemia del coronavirus, que en Colombia ha dejado casi 35.000 (20-11-2020) muertos y cada día infecta a más y más colombianos,  se agrega la crisis económica con sus claras manifestaciones en el desempleo y el creciente empleo informal, con la pérdida de los mínimos recursos para la sostenibilidad de las familias  más pobres, fortaleciendo el incremento de la pobreza y la miseria en un amplio sector social; sentimos el golpe de los  huracanes eta y iota en las islas de San Andrés, Catalina  y Providencia, en gran parte de la costa norte de Colombia; las torrenciales lluvias en todo el país, principalmente en el Chocó, Antioquia, Santanderes y otras zonas del país.

Para acabar de ajustar el asunto, al actual panorama se agrega la intensidad de la corrupción que viene devorando gran parte de los recursos destinados para contrarrestar estos males. Según informa de la Contraloría General de la Nación, hay contratos en 29 de los 32 departamentos, que representan varios billones de pesos, que actualmente se encuentran en investigación porque se celebraron sin respetar el debido proceso y respeto a la normatividad de la contratación pública, produciendo e incubando prácticas de corrupción en todo el país, lesionando con ello los escasos recursos dirigidos a las comunidades más golpeados por el coronavirus y ahora por la dureza de las lluvias, que dejan daños graves en la infraestructura vial, las viviendas  y en los servicios públicos.

A la par de ello, no existe respuesta del Gobierno, ni de ninguna autoridad sobre los asesinatos de líderes sociales, ocurrencia permanente de la masacres y nuevos desplazamientos y despojos de tierras que han incrementado el número de víctimas, hechos que no se aclaran y que solo pretenden poner la mirada sobre uno u otro actor de esos asesinatos, dejando sin investigar aquellos casos que muchos sabemos están ligados a los efectos de la política de odio, venganza y continuidad del conflicto armado que desean y anhelan sectores de la extrema derecha y sus aliados narcotraficantes, paramilitares y bandas criminales.

Mientras tanto crece y crece la criminalidad en el país, como consecuencia de la falta de empleo y recursos en muchas familias, en particular jóvenes y adultos que no encuentran ningún trabajo que realizar. En casi todas las grandes ciudades del país, han tomado fuerza algunos problemas de seguridad que generan malestar y miedo en la población.

En efecto, a los grandes problemas de seguridad, ocasionados por la creciente criminalidad asociada al narcotráfico, otros como producto  de la pandemia y de la crisis económica, las autoridades responden con las viejas fórmulas ya implementadas por anteriores gobiernos: consejos de seguridad permanentes, donde seguramente se toman medidas que apuntan a atacar la problemática, pero que desconocen la integralidad que debe tener la solución del problema de la seguridad y la convivencia, que muchos de ellos exigen planteamientos y acciones del orden estructural que permitan ofrecer serias y eficaces soluciones a la grave situación que se afronta.

¿Podemos seguir esperando que, con solo aumentar el pie de fuerza de la Policía, con desarrollar mayor tecnología e investigación y judicializar cada vez más personas que cometan todo tipo de delitos, sin atender al mismo tiempo otros factores de índole social, político y económico, que  puedan resolver asuntos que adquieren una mayor dimensión con el paso de los días?

De seguro que no, así se hagan muchas capturas, no estoy diciendo que no se deban hacer, así se desmantelen muchas bandas criminales, de hecho, las autoridades lo vienen realizando, seguirán aumentando el número de grupos criminales al servicio del narcotráfico, porque la gente siente poco la cercanía de la institucionalidad en el logro de niveles óptimos de seguridad y convivencia.

¿Y qué tal la preocupación de los líderes del Centro Democrático, partido de gobierno? solo anhelan sacar adelante su referendo que les permita tener una justicia modelada a sus caprichos, para   salvar a sus principales líderes de muchos delitos cometidos; continúan con los ataques a la JEP porque saben que en próximos días, esta jurisdicción especial empezará a mostrar los resultados de los diferente macro casos estudiados, pero también desconocen los avances logrados en algunos de esos procesos, como es el de la muerte por falsos positivos de líderes y lideresas en la zona de Dabeiba Antioquia.

Con la elección de Joe Biden como presidente de los EEUU, muchas cosas se le vinieron al suelo al Presidente Duque, a su gobierno y el partido que lo secunda. Para nadie es un secreto que a partir de enero del próximo año, se dará una revisión minuciosa a  la falta de implementación del Acuerdo de Paz y el abierto apoyo dado a la campaña de Donal Trump por funcionarios de la embajada de nuestro país encabezados por el embajador Francisco Santos. Sin duda alguna, habrá cambios en el panorama internacional para el gobierno colombiano; los demócratas norteamericanos tendrán otras prioridades en su agenda sobre nuestro país. ¡Amanecerá y veremos¡

 

Jaime Fajardo Landaeta

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