30 de enero de 2012

BERNARDO GUTIÉRREZ

La historia se sigue construyendo sobre coincidencias: justo cuando se están conmemorando los 17 años de la desmovilización del Ejército Popular de Liberación -EPL- y por tanto de su valioso aporte a la democracia y a la institucionalidad colombiana, muere en Italia Bernardo Gutiérrez. Se trata de uno de los negociadores del proceso de paz celebrado entre el gobierno de César Gaviria y esa agrupación, entre los años 1990 y 1991.

Apretados, en razón de la brevedad de este espacio, ofrecemos algunos detalles inherentes a dicho proceso y a la situación interna que vivió el EPL durante los diez años previos a la negociación.

Para una mejor comprensión debemos remontarnos al año 1978 cuando algunos cuadros directivos y militantes del V frente de las Farc, encabezados por Bernardo Gutiérrez, determinan abandonar la organización para conformar los núcleos marxistas – leninistas de las Farc y unirse al Partido Comunista de Colombia, máxima instancia política que dirigía el EPL.

Pocos días después de su ingreso a este movimiento, Gutiérrez asume el cargo de subcomandante. Luego se integra al Comité Central del Partido durante un congreso celebrado a comienzos de los años 80. En ese momento el comandante general es Ernesto Rojas (asesinado en Bogotá en 1987); Oscar William Calvo se desempeña como su vocero político y como tal participa en negociaciones de paz con el gobierno de Virgilio Barco. Lamentablemente éstas fracasan, lo que propicia el inicio del más brutal episodio de guerra sucia que vivió Colombia contra los movimientos de izquierda. Una de sus víctimas fue Calvo, asesinado también en la capital del país.

Para ese momento las diferencias al seno del EPL eran abultadas,  máxime que Oscar y Ernesto eran los jefes más visibles de una tendencia que clamaba por la adopción de cambios profundos en el proyecto político y por ende en la dirección de la fuerza. Esta posición desató una lucha interna que se mantuvo por unos diez años y que solo en 1990, durante una reunión celebrada con más de 28 dirigentes de la organización del Partido Comunista M-L, culminó con la determinación de romper todo vínculo con el sector minoritario que encabezaban Francisco Caraballo y el llamado Secretariado de la organización.

El bloque mayoritario tuvo la fortuna de contar con 17 de los 18 frentes del EPL en esa histórica decisión, así como con la mayoría de la militancia del Partido, que despertaba enormes simpatías entre los jóvenes, los sindicatos, los profesionales y las organizaciones de mujeres, así como en el sector agrario.

Uno de los grandes artífices del acercamiento y de la reinserción de la agrupación subversiva a la sociedad civil, por parte del gobierno central de la época, fue Rafael Pardo en su papel de Comisionado de Paz. En igual medida lo fue Horacio Serpa en su calidad de ministro de Gobierno.

De ahí en adelante se afianza la presencia de todos los cuadros y militantes del EPL en la vida política nacional, fulgurante carrera que se inició con su participación en las sesiones de la Asamblea Nacional Constituyente. De este fragmento de la historia reciente fue protagonista el hoy desaparecido Bernardo Gutiérrez, cuya ausencia definitiva lamentamos. También fueron líderes de ese proceso Aníbal Palacio, Marcos Jara, Darío Mejía, Fernando Parra, alias “Tobías”, Alberto Álvarez, Mario Agudelo, alias “Teo” y muchos otros dirigentes (algunos ya fallecidos), todas figuras clave en la búsqueda de la paz y la convivencia. De ese equipo de luchadores sociales hicieron parte los 21 miembros del Comité Central del Partido Comunista en esa época, así como los 17 comandantes del frentes del EPL que le apostamos a los aires de renovación democrática que respira Colombia desde 1991.

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