SIN
RODEOS
Proceso
sin imagen
Por Jaime A. Fajardo Landaeta
e-mail:
jaimefajardolan@gmail.com
Twitter:
@JaimeFajardoLan
Ahí
sí que una imagen valió más que mil palabras: los colombianos
recordamos por los registros fotográficos y televisivos la
trascendental entrega de armas que protagonizaron el M-19, el EPL, el
Quintín Lame y el PRT en desarrollo de los procesos de paz de 1990
con el Gobierno colombiano.
Infortunadamente
en el proceso actual, con las Farc, las partes acordaron no hacer
pública la entrega de armas, dizque para no herir la dignidad de los
guerrilleros, según ellos, o por impedir similitudes con los
procesos del 90. Grave error, ya que se demostró con la reciente
dejación de armamento que un elevado porcentaje de la opinión
pública centró su atención en este hito histórico, por encima de
temas tan vigentes como los paros o las disputas territoriales. Se
impuso la atención de los colombianos y del mundo entero en este
hecho transcendental para la paz del país.
Echamos
de menos unas imágenes que podrían servir para fortalecer la
credibilidad en el proceso, y para que la opinión pública lo valore
en toda su dimensión política y social.
Pero
es que además de estas falencias y posiciones absurdas, se están
malogrando los méritos de la sustitución y erradicación de
cultivos ilícitos: se registran más de 83.000 familias inscritas en
el programa, y se busca extenderlo a todo el territorio nacional o al
menos a las zonas donde ha sido más intenso el conflicto con las
Farc.
Este
año ya van erradicadas más de 15.000 hectáreas y se prevé
alcanzar las 50.000 al final del año, para hacer evidente ante los
críticos y el gobierno de los EE.UU. que no se requiere la
fumigación, si el proceso de paz se consolida y la implementación
de los acuerdos recibe más ayuda internacional.
De
otro lado, se sabe que los hospitales militares ya no albergan
heridos del conflicto armado, y que la cifra de muertes ocasionadas
por las Farc está en ceros, que se han salvado 2.500 vidas producto
de la negociación y más de 500 heridos en guerra se han evitado en
el último año, mientras se redujo el secuestro y los casos de
intimidación a las personas y por ende los desplazamientos. Queda
por resolver la confrontación con la guerrilla del ELN que, estamos
seguros, a medida que se consolide el proceso con las Farc se logrará
que por las vías de la negociación o la militar, se imponga la
capacidad del Estado y sus instituciones en favor de la paz y la
reconciliación.
Pero
insistimos en que es notable la ausencia de una estrategia sólida de
comunicación de estos buenos resultados. Es la oposición política
la que ha sabido sacar provecho de los equívocos, y con su
artillería de mentiras y tergiversaciones parece estar haciendo su
agosto, ellos sí quietos para la foto.
También
es cierto que se deben abrir más las puertas a la articulación
institucional con gobernaciones y alcaldías, a la difusión cabal de
los logros del proceso, a mostrar más los resultados.
Po
último, en lugar de que Gobierno y Farc se distraigan con las
declaraciones inoportunas del fiscal Néstor Humberto Martínez,
deberían esforzarse por cumplir los compromisos derivados de los
acuerdos. Conviene que en agosto se entregue toda la información de
los bienes que posee la guerrilla, para destinarlos únicamente a la
reparación de las víctimas. No se trata de seguir respondiendo a
cuanto palo en la rueda le pueda colocar la Fiscalía al promisorio
proceso de paz en marcha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario