SIN RODEOS
Incertidumbres
con el ELN
Por
Jaime A. Fajardo Landaeta
Twitter: @JaimeFajardoLan
El anhelo de los colombianos es que pronto se
instale la mesa de negociación entre el ELN y el Gobierno Nacional. Aunque
existe una agenda negociada, esa guerrilla parece no estar preparada: su
instancia directiva –el comando central Coce-, afronta serios problemas, pues ha
perdido credibilidad entre varios de sus mandos medios y desacato en algunos de
los frentes, y cada bloque recibe e interpreta las directrices a su amaño, para
desautorizarlo con frecuencia.
Se sabe que esta agrupación es una federación
de frentes, así que cada uno desarrolla actividades independientes. El propio Coce
les tiene que hacer concesiones, so pena de que lo ignoren. Aunque ha tratado
de incluir el tema del secuestro en la negociación, cosa que el Gobierno no
puede admitir, algunos de sus frentes pretenden
obtener recursos de esta práctica en medio de los posibles diálogos.
El bloque que mantiene cautivo al dirigente Odín
Sánchez sigue exigiendo dinero por su liberación, además del que ya ha
recibido, y ahora argumenta que le hará un “juicio político” dizque por corrupción.
El comando central ha ordenado liberarlo pero el bloque secuestrador no obedece.
Si el ELN tiene intenciones serias de consolidar
la paz debería entregar a la justicia las pruebas que dice tener acerca de los
presuntos actos de corrupción de Sánchez, liberarlo y dejar que la institucionalidad
actúe, si es del caso. Aquí no cabe la farsa de que al control territorial le
siguen actuaciones como órgano judicial; por el contrario, la liberación de
secuestrados le daría mayor credibilidad a una negociación.
Pero el otro hecho que causa dificultades en
este proceso es que algunos frentes se han metido hasta la medula en la minería
ilegal, el narcotráfico y la extorsión: muchos de sus negocios están
atravesados por oscuras alianzas con bandas criminales. Esta guerrilla era la
más alejada de estos delitos hace unos años, pero ahora está involucrada totalmente.
Aun así, mantiene una mezcla con credos religiosos que la hace mucho más
vulnerable a mantenerse en la guerra; con un proceso de paz perdería el manejo
de asuntos ilícitos, algo que muchos mandos y combatientes no van a permitir.
Además, se sabe que el ELN recauda altas sumas de
dinero producto de los pagos que hacen empresas multinacionales y nacionales presentes
en las zonas de explotación petrolera y de minerales en general. Que este
factor sea contemplado en la posible negociación para su total erradicación. El
Gobierno Nacional debe hacer un enérgico llamado a dichas multinacionales y
exigir transparencia, o abrir un nuevo expediente de financiación de grupos
ilegales, para que luego sean llevados al tribunal especial de paz que también deberá
operar en este caso.
De otro lado, el Coce tiene dos salidas ante la
pretendida instalación de la mesa de negociaciones: exigir el cumplimiento de las
directrices que imparta a su fuerza y expulsar a quienes las desacaten, o sacar
los diálogos adelante y dejar de lado a sus malquerientes. Pero no puede seguir
mostrando una supuesta realidad que ellos saben que no existe, ni mantenerse en
la tónica de hacer concesiones a los mandos medios, o dejando que alias Pablito
maneje la mayoría de la agrupación e imponga sus caprichos.
El Gobierno Nacional no puede sacar adelante un
diálogo con el ELN si no se aclaran estas incertidumbres de manera precisa y rápida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario