SIN RODEOS
¿Y
después del holocausto?
Por Jaime A. Fajardo Landaeta
Twitter: @JaimeFajardoLan
Al cumplirse
30 años del holocausto del Palacio de Justicia los colombianos revivimos los diversos
hechos acaecidos a su alrededor. Lo que muchos han perdido de vista, después
del 6 y 7 de noviembre de 1985, es ¿qué pasó después? Todavía no tenemos claras
las consecuencias que esa tragedia le trajo a Colombia, ni el papel que jugaron
muchos de sus protagonistas directos e indirectos.
La retoma
del Palacio de Justicia y la pérdida del control del presidente Betancur sobre
los militares que la protagonizaron, reflejo parte de la alianza que se venía fraguando contra el
proceso de paz que lideraba el mandatario, y en torno al cual se unieron altos
mandos militares, políticos y algunos empresarios y ganaderos. Alianza que luego
materializaría un baño de sangre en contra de la izquierda, de los defensores
de DD. HH. y de quien se atreviera a denunciar lo que sucedía.
Entre estos
hechos y 1990 se genera uno de los períodos más crueles del medio siglo de
conflicto armado que ha soportado el país, sin que hasta el momento haya
trascendido la verdad. Por el contrario, su ocultamiento fue posible con otra
tragedia, la erupción del volcán nevado del Ruiz, que sepultó a Armero con un
saldo de miles de muertos, y que atenuó el impacto del holocausto. Conmociones sociales
que fueron aprovechadas por estas fuerzas oscuras para continuar la masacre de
cantidad de líderes y voceros de la oposición y defensores de DD. HH.
La
violenta retoma convirtió en fallido el proceso de paz con las Farc, el EPL, el
movimiento Quintin Lame y el ADO. Además, materializó la alianza que después se
consolidó con sectores del narcotráfico, para darle paso a la consolidación del
paramilitarismo.
Fueron
asesinados 4 candidatos presidenciales en ese lapso de 5 años, una semana después
de la hecatombe de Armero fue asesinado Oscar William Calvo, vocero del EPL
para los diálogos con el gobierno de Betancur. Cayó con sus acompañantes y un
peatón, en pleno centro de Bogotá. Ahora se cumplen 30 años de este crimen.
Meses después también fue muerto Ernesto Rojas, su hermano y comandante del EPL,
luego de su arresto por fuerzas del orden.
Se desató
entonces el brutal exterminio de más de 5.000 miembros de la UP, sumados a más
de 800 integrantes del Frente Popular, también producto de ese proceso de paz con
el EPL. En 1987 fueron asesinados destacados defensores de DD. HH. como Héctor
Abad Gómez, Leonardo Betancur, Luis Felipe Vélez y muchos líderes más,
inmolados por denunciar lo que estaba pasando en Colombia.
La
Asamblea Constituyente del 91 y su proceso de convocatoria se convirtieron, en
gran medida, en muro de contención contra la arremetida de la extrema derecha.
Pero luego arreció la barbarie, hasta nuestros días cuando, junto con la
guerrilla, han tenido que ceder ante las fuerzas que luchan por la paz y la
reconciliación. Porque a lo que más temen estos actores es a la verdad, pero
para eso se abre paso la justicia transicional: para que estos hechos sean
aclarados.
Nota: Para
conmemorar los 30 años de la muerte de Oscar William Calvo y compañeros, su
familia y algunas ONG harán diversos eventos en Bogotá y Medellín el próximo 26
de noviembre. Paz en la tumba del luchador que ideó la Asamblea Nacional
Constituyente.
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