SIN RODEOS
¿Igual
manejo en el posconflicto?
Por
Jaime A. Fajardo Landaeta
Twiter:
@JaimeFajardoLan
Como resultado de sus
investigaciones la Fiscalía General de la Nación ordenó la captura de algunos
líderes políticos, sociales y gremiales de la región de Urabá, acusados de
supuestos vínculos con el bloque paramilitar Élmer Cárdenas, según se desprende
de las revelaciones de su líder, alias El Alemán.
Si bien se debe apoyar al ente
investigador, no sobra decir que es necesario esperar los resultados del
proceso y no adelantarse a plantear opiniones que puedan lesionar el buen
nombre de los implicados o violentar el debido proceso y su derecho a la
defensa. El caso nos permite adentrarnos en un problema que requiere de
juicioso análisis, para hacer claridad acerca del manejo que debe darse al posconflicto
y al proceso de reconciliación de los colombianos.
Durante muchos años, Urabá estuvo
azotada por diversos grupos armados que dejaron una elevada cantidad de
víctimas y personas desplazadas, al igual que un problema de tierras todavía no
resuelto. Primero fueron las Farc, luego el EPL, más adelante los paramilitares
y hoy el llamado Clan Úsuga. También hizo presencia temporal la Corriente de Renovación
Socialista, disidencia del ELN. Ahora es un territorio que espera disfrutar de
los beneficios del proceso de paz.
Cada grupo ilegal según sus
características, origen e ideología, determinó la manera de actuar. Denominador
común: todos los ciudadanos estaban sometidos a sus normas, o padecían las
fatídicas consecuencias. Aunque es cierto que hubo sectores que acogieron sus
decisiones sin ningún reparo y se convirtieron en colaboradores de primer
nivel, principalmente aquellas personas que venían de afuera de la región. Podríamos afirmar que sólo con el aval de los
paramilitares se podía construir algún proyecto en la región, pues supieron substituir
la institucionalidad y recibieron el apoyo de importantes sectores, hasta el
momento en que se concretó su desmovilización.
¿Todas las personas,
instituciones y gremios que soportaron el accionar de esos grupos pueden ser señalados
como colaboradores y por ende objeto de judicialización? ¿En el posconflicto
este asunto no admitirá una solución diferente para consolidar la
institucionalidad? Si prima este criterio entonces el posconflicto se reduciría
a un proceso de construcción masiva de cárceles para quienes admitieron la presencia
de un grupo ilegal. De hecho serán miles las personas que tendrán la misma
suerte en el proceso de paz que se lleva a cabo con las Farc, pues son muchos
los territorios donde solo se reconoce a dicha guerrilla y no a las
instituciones democráticas. La Fiscalía y la Presidencia de la República tienen
que evaluar esta situación para plantear las alternativas requeridas.
Acompañamos a la Fiscalía en
su empeño por desmontar todas las influencias delictivas de los grupos ilegales
en los territorios, pero creo que es importante para la paz, aclarar este
aspecto vital para el posconflicto.
Punto
final: Que el liderazgo empresarial de Guillermo
Gaviria Echeverri inspire a las nuevas generaciones. A su distinguida familia,
nuestra solidaridad de siempre.Igual manejo en el posconflñicto?
No hay comentarios:
Publicar un comentario