21 de agosto de 2014

PALABRAS DE HUMBERTO DE LA CALLE



PALABRAS DEL JEFE DE LA DELEGACIÓN DE GOBIERNO
HUMBERTO DE LA CALLE
LA HABANA, 20 DE AGOSTO DE 2014

Buenos días.                                
Las víctimas cumplieron con grandeza la visita a la Mesa de Conversaciones.  Fue una jornada  marcada por el respeto y la disposición a escuchar para entender mejor y construir acuerdos que les den respuesta. Una a una expusieron sus testimonios y propuestas.  Un proceso de paz es también eso: aprender a escuchar.
Como ellas lo dijeron, fueron momentos dolorosos donde se puso de presente la tragedia infinita que ha dejado el conflicto armado en décadas. Nos recordaron para qué estamos aquí: para que esa tragedia termine y no se repita nunca más, y para que sus derechos tengan la debida satisfacción.
Desde el comienzo dijimos que esa es la razón de ser de este proceso, su columna vertebral. 
La visita de esta primera delegación de víctimas fue tal vez uno de los momentos más trascendentales del proceso y, en todo caso, el más emotivo. Sus testimonios nos pusieron de presente por qué Colombia merece y necesita que terminemos el conflicto, por qué debemos unirnos para hacer frente al pasado, superarlo, trabajar en la construcción de una paz estable y duradera; y así contribuir a la reconciliación.
Tomamos atenta nota de las propuestas que presentaron. Estas se suman a las casi 6 mil que ya hemos recibido, así como a las que esperamos recibir como resultado de  los foros organizados por las Naciones Unidas y el Centro de Pensamiento de la Universidad Nacional. Invitamos a los ciudadanos a que nos sigan enviando propuestas a través de la página web de la Mesa de Conversaciones.  ( www.mesadeconversaciones.com.co).
Queremos agradecer a José Antequera, Ángela María Giraldo, Jaime Peña, Constanza Turbay Cote, Jorge Eliécer Vásquez, Janeth Bautista, Léyner  Palacios, Nelly González, Alfonso Mora, Luz Marina Bernal, María Eugenia Cruz y Débora Barros. A todos gracias por su valentía, generosidad y franqueza. Tengan la certeza de que ustedes y las demás víctimas  son el ancla moral del proceso. Nos comprometemos a hacer los mejores esfuerzos para que sus demandas encuentren respuestas en los acuerdos.
Aún faltan por venir otras 48 víctimas que lo harán en los siguientes cuatro ciclos, seleccionadas por las Naciones Unidas y el Centro de Pensamiento de la Universidad Nacional con la garantía de la Conferencia Episcopal. Serán escogidas con base en los criterios establecidos por la Mesa que permitan reflejar  todos los hechos victimizantes y la diversidad de sectores poblacionales  y territorios,  de tal forma que  las comisiones sean incluyentes, pluralistas y equilibradas. No entendemos el criterio de sumas y restas. Este no es un problema aritmético, sino un profundo gesto moral frente a todas las víctimas sin discriminación.
A los colombianos les pedimos no politizar, ni estigmatizar, ni dividir a las víctimas.  La delegación de víctimas nos exigió llevar a buen término estas conversaciones y poner en marcha gestos de paz. No puede suceder que la presencia de una persona que ha sufrido la violación de sus derechos, sea nuevamente victimizada, solo por venir a La Habana a contar su tragedia. No podemos perpetuar el odio. Justicia sí, pero no venganza.
El gobierno nacional reitera su compromiso con las víctimas y recuerda que las discusiones sobre este punto estarán basadas en los diez principios ya adoptados por ambas partes, en particular el reconocimiento de las víctimas como ciudadanos y la aceptación de responsabilidad por parte de todos los autores. El Gobierno está comprometido a garantizar que este acuerdo se construya en el marco de nuestras obligaciones nacionales e internacionales. Lo que estamos haciendo aquí busca proteger los derechos de todos y fortalecer el Estado social de derecho.
Por último queremos agradecer el enorme esfuerzo de las Naciones Unidas, del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz de la Universidad Nacional y la Conferencia Episcopal por hacer posible esta cita histórica. A Cuba gracias por su hospitalidad, a Noruega, Chile  y Venezuela por sus gestiones y presencia.
Navi Pillay, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, dijo lo siguiente:

El grupo de víctimas… en La Habana puede ser pequeño. Pero con su presencia cambiarán la dinámica hacia (…) la construcción de mecanismos para transformar las vidas de las víctimas, (…) el nivel de respeto por (sus) derechos humanos y (los) de todas y todos los colombianos”.

Y agrego algo que ha repetido el Presidente Santos: tenemos el deber de mirar las víctimas pasadas, pero también evitar las víctimas futuras. Albert Camus dijo que no quería ver el momento en que Argelia, su patria, estuviera sólo poblada por víctimas y asesinos. Hay que poner fin a la guerra. Esperamos que la sociedad nos siga acompañando en este esfuerzo.



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