SIN RODEOS
SOS por la humanidad
Por Jaime A. Fajardo Landaeta
Twitter: JaimeFajardoLan
Entradilla:
Tenemos que tomar conciencia acerca del futuro medioambiental del planeta.
Muy
sugerente la idea central de la subdirección de planeación del Área
Metropolitana del Valle de Aburra para impulsar la protección y cuidado
ambientales entre la comunidad y las administraciones municipales que integran
el territorio: “El futuro está en nuestras manos. Juntos, debemos garantizar
que nuestros nietos no tengan que preguntarnos por qué no hicimos lo correcto,
y los dejamos sufrir las consecuencias.” Retoma la advertencia formulada en
2007 por Ban Ki-Moon, entonces Secretario General de las Naciones Unidas.
Se
ha reiterado que el planeta atraviesa por una gravísima crisis y que, de
continuar esta irresponsable explotación de los
recursos naturales y el medio ambiente, estaremos próximos a registrar la
extinción total de las especies, incluida la humana. Más grave aún: en el mundo
toma fuerza un discurso que niega el cambio climático, necedad liderada por Donald
Trump y Bolsonaro en Brasil y seguida por otros mandatarios y líderes de
ultraderecha, que al tiempo fomentan prácticas contra el medio ambiente y por
ende contra el planeta.
Naciones
Unidas acaba de advertir que, en 31 años, es decir en el 2050, la humanidad se
enfrentará a un paisaje de pesadilla: los recursos naturales no pueden
abastecer de alimentos a las especies; más del 90 % de estas ha desaparecido,
se han derretido los glaciares, los niveles del mar -incontenibles- inundan
parte de los países costeros; avanza la desertización de vastas extensiones del
globo terráqueo… La sexta extinción masiva comenzó
hace muchos años, pero se ha acelerado debido a la intensa intervención humana.
Un
importante científico colombiano y profesor universitario afirma que la crisis ambiental
nos demuestra que mientras mejor estamos los humanos, peor está la naturaleza;
desde que evolucionamos hemos sido depredadores y extinguido múltiples especies
en el mundo. Un ejemplo: el 90 % de las abejas ya no existe, un fenómeno con consecuencias
inimaginables en la producción de alimentos y por ende de plantas. Por igual, cucarrones,
hormigas e insectos que son fundamentales para el mantenimiento de otras
especies y de la misma humanidad: a diario desparecen 200 especies. Así que desde
esta columna llamo a tomar mayor conciencia de lo que está sucediendo con
nuestro planeta, con secuelas como el incremento de las enfermedades respiratorias y cancerígenas e
incremento incesante del hambre entre inmensos sectores de la población.
El
plástico, el mercurio, el glifosato y otros muchos pesticidas y tóxicos utilizados
en la agricultura y la minería están eliminando cientos de especies a diario,
incluida la vida acuática. Existen islas de plástico en los mares que son
devorados por los peces, a su vez alimento nuestro: víctimas de nuestra propia
medicina.
La
sabiduría de la naturaleza es tan enorme, que se sabe que los grandes depósitos
de agua en el subsuelo se han convertido en grandes reservas para futuros
impactos del agotamiento de este recurso, pero la utilización del Fracking para
le extracción de petróleo y gas, está contaminando en gran escala está fortuna
natural.
Pero
todavía muchas empresas esgrimen un falso dilema: cumplir con las normas que buscan
la protección de la naturaleza, o promover el desarrollo y el empleo; como si se
tratara de conceptos contradictorios. Es posible el desarrollo sostenible y la producción
de riqueza, conjugados con el cuidado del medioambiente,
pero la ambición capitalista es ciega.
Por
estas consideraciones vale resaltar la gestión del Área Metropolitana del Valle
de Aburrá, de su director y del conjunto de administraciones locales, mesas
ambientales y grupos de ciudadanos organizados, que alcanzaron el reto de
sembrar un millón de árboles en el territorio. ¡Encomiable acierto!
Durante
las sesiones de la Asamblea Constituyente de 1991 nuestro compañero Álvaro
Gómez Hurtado nos comentaba que el problema del medio ambiente es un tema transcendental,
que requiere la toma de decisiones inmediatas, pero que habrá muchas tragedias antes de que tomemos razón de lo que ello
significa.
Ahora
bien, a la pléyade de candidatos a cargos de elección popular, hoy en campaña,
se le debe exigir que programas y propuestas consulten la realidad de esta
crisis medioambiental. Y tocará ignorar a los indiferentes.
Nota: en próximo artículo compartiremos parte de los
planteamientos del científico Juan Camilo Jaramillo sobre estos tópicos.
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