SIN RODEOS
Una
reserva a medias
Por Jaime
A. Fajardo Landaeta
e-mail: fajardolan@une.net.co
Fue
una buena idea, acordada por las partes en la negociación, que hubiese un
manejo confidencial de los diálogos de La Habana. Pero su encanto inicial se
esfumó, para derivar en un asunto que genera expectativas muy serias en la
opinión pública, y que ha puesto a la delegación del Gobierno nacional a la
defensiva frente a las constantes declaraciones públicas de las Farc, que en
nada benefician el proceso.
Hoy
esa estrategia no es la más positiva para mantener la credibilidad en la
negociación y en los posibles acuerdos a que se pueda llegar. Las partes deben
analizar cómo y qué comunicar en relación con los alcances de sus acuerdos.
Porque
la realidad es que mientras el gobierno cumple el compromiso de no divulgar tales
resultados, los delegados de las Farc se la pasan concediendo ruedas de prensa
que no cosechan apoyos en la comunidad internacional y por ende de la sociedad
colombiana. Corresponde al presidente Santos revisar esta situación, y en la mesa
de conversaciones acordar los cambios pertinentes.
En
la situación actual ganan terreno los opositores al proceso, porque tergiversan
los contenidos de los posibles acuerdos y logran que la expectativa ciudadana se
ponga en contra de las conversaciones. Mantener la confidencialidad está
llevando a que crezca la percepción popular de que de La Habana no va a salir
nada benéfico para Colombia.
Es
por esa razón que prácticas triviales como descansar y divertirse en la playa,
o pasear en yate, cumplidas por los delegados de las Farc, se convierten en
tema de debate nacional. Situaciones que aprovecha el enemigo número uno de la
paz en Colombia, Álvaro Uribe Vélez. La pregunta obvia es: ¿qué extranjero en
esa isla no dedica un tiempo a disfrutar de sus playas, o se priva de un paseo por
alta mar?
Divulgar
los avances de las conversaciones en nada afectaría la continuidad de la
discusión de los otros temas de la agenda; por el contrario, pondría a la
sociedad a opinar sobre sus alcances e implicaciones. Además, serviría para reafirmar
lo que el Gobierno siempre ha advertido: que en la negociación no se toca el Estado
de Derecho, no se conceden indultos ni amnistías, no se discute el modelo
económico o los principios de nuestra Carta Fundamental y otros tópicos, como
tercamente lo pregona la extrema derecha.
Ese
conocimiento de los acuerdos también podría dar pie al impulso de una masiva
campaña en todos los estamentos sociales, medios de comunicación e
instituciones en sus diversos niveles, y a propiciar la movilización ciudadana;
estas dinámicas con seguridad impactarían positivamente el próximo debate
electoral, a tiempo que crecerían las expectativas favorables al proceso de
negociación entre el Gobierno nacional y las guerrillas en general.
Nota:
dos hechos suceden al momento de escribir esta columna: el primero, el ELN dice
que dejará en libertad al ingeniero forestal, León Andrés Montes Ceballos, que
tenía secuestrado -pero sin condiciones – y el segundo: las Farc aplauden la
supuesta soberanía de Nicaragua sobre aguas colombianas: Torpes!!
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