SIN RODEOS
Ni tan intocables
Por Jaime A. Fajardo Landaeta
e-mail:
fajardolan@une.net.co
Para
bien de la seguridad de Medellín y el Área Metropolitana, la captura de alias Sebastián
y de su lugarteniente alias Fredy Colas
demuestra, entre otras cosas: i) que los jefes del crimen organizado no son intocables:
caen en manos de las autoridades cuando éstas cuentan con el apoyo de la
comunidad; ii) que dichas autoridades disponen de un sistema de inteligencia y
operatividad a la altura del desafío del narco y sus nuevas expresiones; iii)
que no todos los cabecillas están por fuera del país; iv) que si bien Sebastián
hace parte de una cadena de jefes del narcotráfico, no se puede minimizar su
captura ni el previsible reacomodo de sus estructuras, y v) que no tienen
razón, ciertos opinadores, que pretenden minimizar el impacto de las capturas y
el papel que viene cumpliendo la fuerza pública en ese sentido
Ahora
bien, este golpe se da en momentos en que la disputa territorial entre los
combos y bandas de la ciudad adquiere una nueva faceta, ligada al ingreso de otro
actor de la ilegalidad: “Los Urabeños”.
Pero
también queda claro que en la medida en que se desarrollan estrategias mucho
más integrales y de cara a la ciudadanía, la balanza se inclina en favor de las
autoridades, según los recientes resultados que incluyen la incautación de abundante material de
guerra y sustancias psicoactivas.
Se
debe advertir, sin embargo, que es necesario que la fuerza pública haga un
mayor esfuerzo y ejerza una mejor supervisión de su papel en las comunas y barrios
para consolidar la confianza ciudadana, pues en muchos casos se observa cierto
deterioro y alejamiento de la institucionalidad. Ésta debe llenar los vacios que
deja la delincuencia, para que el ciclo del conflicto no se repita. Si a la
captura de los capos se suma la lucha contra la corrupción, los golpes
sistemáticos contra la extorsión, el sicariato, las vacunas y los expendios de
drogas, al igual que los robos y atracos, se perfilará un cambio en favor de tales
instituciones y una mejoría de la tranquilidad y la satisfacción ciudadana.
Pero
se requiere de una mayor integralidad en la respuesta al crimen organizado: incrementar
los procesos de convivencia, concretar la resolución de los conflictos
sociales, lograr una mayor contención con programas de choque para jóvenes hastiados
del conflicto, mejorar las condiciones carcelarias para que dejen de ser escuelas
de formación del crimen, mantener una férrea defensa de los derechos humanos, prestar
una decidida atención a las víctimas del conflicto y priorizar la resolución de
los asuntos cotidianos que aquejan la seguridad ciudadana. Una agenda
ambiciosa, pero de urgente concreción.
Nota:
La Mejor Feria de las Flores acaba de pasar. Cada año los resultados son
superiores. Medellín: Un hogar para la vida!!!!!
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