26 de diciembre de 2011

INIQUIDADES EN LA CÁRCEL BELLAVISTA

Algunos medios periodísticos registraron el 22 de diciembre que, según la Fiscalía de Medellín, serán enjuiciados cuatro guardianes del Inpec acusados de traficar con cupos de trabajo y estudio que les permitían a los presos en la cárcel Bellavista obtener rebajas de penas. También les pedían dinero.

Este es apenas un botón de muestra de lo que sucede en ese penal, en donde se viene cuajando una tragedia humanitaria que exige la intervención inmediata de las instituciones responsables de la vigencia y cuidado de los derechos humanos de los internos y de sus familiares, sometidos estos últimos a vejámenes en cada visita. Los mismos que han denunciado un sinnúmero de hechos que violan cualquier procedimiento legal y colocan a las personas internas en situación de servidumbre y esclavitud vergonzosas, sin que el Inpec haga algún esfuerzo por evitarlo.

Una de las múltiples afrentas consiste en aislar al detenido en un lugar de castigo conocido como “el bodegón”, donde debe hacer las necesidades fisiológicas, no puede bañarse, duerme hacinado, carece de alimentos y está privado de la visita de sus familiares o abogados.

La única entidad visible ante estos atropellos es la Personería de Medellín: los ha identificado para advertir que van en contravía de los mínimos humanos debidos también a esta población.

Lo cierto es que esta cárcel se ha hundido en un grave proceso de deterioro: en el último año se disparó la pugnacidad entre los presos mientras que programas exitosos como el de “Delinquir no paga”, que habían servido para aclimatar notables niveles de concordia, fueron abruptamente suspendidos.

A propósito, en marzo de 2004 reseñamos en este espacio que se cumplía un año de la designación de Bellavista como el Primer Centro de Reclusión Noviolento en Colombia, gracias a la práctica de la filosofía de la Noviolencia entre los internos. Allí estuve, en mi calidad de asesor de paz de Antioquia, junto a los secretarios de gobierno departamental y municipal, el asesor de Noviolencia del Departamento, el director regional del Inpec, la directora del penal, funcionarios de la Defensoría del Pueblo y miembros de la Mesa de Trabajo para la Vida, bajo el liderazgo de uno de los reclusos. Esta gestión había permitido una ostensible disminución de las tensiones internas.

Esa vez hacíamos notar que a pesar del hacinamiento inhumano, de la obligada convivencia de hombres condenados por delitos atroces con otros no tan graves, y de las condiciones de extrema adversidad propiciatorias para el desmadre de todas las violencias, avanzaba triunfal este ejercicio noviolento. Una de las claves era el funcionamiento de mesas de diálogo por cada patio, dedicadas a la resolución de los problemas cotidianos para darle ejemplo al resto de la sociedad colombiana de que si bien no es fácil resolverlos, había imaginación y voluntad para encontrarles manejo, sin necesidad de matarse entre sí. Pero llegaron unas “ballenas sordas” que desmontaron el proceso.

Ahora es tan crítica la situación que se impone la adopción de medidas drásticas como la apertura de investigaciones a los responsables de esta tragedia humanitaria, así ello implique la destitución de varios directivos y el traslado de algún personal comprometido en los atropellos.

Si las autoridades quieren que Bellavista contribuya a la convivencia en Medellín, deben tratar de rehacer los pasos perdidos. Llamo la atención del Secretario de Gobierno y del Alcalde de la ciudad para que tomen en sus manos el caso y gestionen lo necesario para remediar esta situación. No olvidemos que desde allí se incide ampliamente sobre el conflicto urbano local y del Área Metropolitana: si los líderes detenidos así lo quieren, pueden contribuir a su mitigación, pues en general son obedecidos por los actores al margen de la ley.

Felicitaciones a la Personería de Medellín, ante todo a la personera delegada para los derechos humanos,  Ana Patricias Aristizabal, por su loable y sensible labor con los familiares y reclusos de Bellavista.

A todos los lectores y amigos feliz navidad y próspero año nuevo.

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