DECLARACIÓN HUMBERTO DE
LA CALLE
JUNIO 3 DE 2014
LA HABANA, CUBA
Buenos días:
Empezamos hoy una
serie de reuniones preparatorias con el propósito de comenzar las discusiones
sobre el siguiente punto de la Agenda: el de las Víctimas.
Como lo hemos dicho en el pasado, las víctimas están en el centro del proceso. No hemos venido a negociar sus derechos, sino a acordar cómo el Gobierno y las Farc les responden de la mejor manera. Cómo satisfacemos sus derechos a la verdad, la justicia y la reparación y aseguramos que el dolor y la tragedia que vivieron no se vuelvan a repetir. Son los intereses supremos del Gobierno en este capítulo de estos diálogos.
Quiero citar un fragmento de una carta que nos hizo llegar Lorenzo Mosquera, víctima de la guerra en el Cauca (abro comillas): “El daño que se le hace a una víctima se infringe a toda la humanidad. Por esto las víctimas le apostamos a la paz (…) porque le apostamos también a la reconciliación de la sociedad. Una paz que permita unas madres sin dolor, sin hijos muertos.” (cierro comillas)
Y esa reflexión de Lorenzo es precisamente la que nos impulsa a continuar y lograr acuerdos que permitan satisfacer los derechos de las víctimas y dar un paso más en la búsqueda de la paz que tanto anhelamos los colombianos.
Son tiempos agitados en
nuestro país. Sabíamos que el proceso no iba a ser fácil. Pero aquí
estamos. Y seguimos progresando y seguimos construyendo acuerdos para los
colombianos.
Ya hemos logrado tres de los cinco puntos sustantivos que se establecieron en la agenda. Ya tenemos acuerdos en el tema de Desarrollo Agrario Integral que permitirán, en el futuro, mejorar sustancialmente la calidad de vida y el trabajo de millones de campesinos; acuerdos en el punto de Participación Política para fortalecer nuestra democracia; acuerdos para la Solución de los cultivos de uso ilícito que buscan acabar de una vez por todas, la siembra de coca en Colombia. Sin duda, todas estas cosas representan avances para todo el país.
Hemos llegado a estos acuerdos, no por las Farc, sino por y para todos los colombianos. Estamos convencidos de que estos puntos representan las transformaciones necesarias para que el conflicto jamás se repita.
Ahora quedan estos dos
puntos fundamentales: Víctimas y Fin del conflicto para después discutir
los mecanismos de refrendación y verificación. En este punto
le quiero hablar con total claridad a los colombianos. Sin ustedes no habrá
implementación de los acuerdos. Ustedes al final del proceso tendrán la
última palabra: validar o no lo que hemos acordado. En las manos de
ustedes y sólo de ustedes estará abrir la puerta a la fase de transición
en la que serán implementados los acuerdos. Ustedes serán los dueños
del proceso. A ustedes les pido que no se dejen confundir en medio de
tanta mentira, de tanta falacia. Les aconsejo a los colombianos que no se dejen
echar cuentos.
Les quiero reiterar una vez más lo que NO es el proceso. El proceso no busca destruir la libertad de empresa ni la propiedad privada. No hemos feriado las zonas de reserva campesina y mucho menos hemos pactado su desmilitarización. Todo lo acordado está enmarcado en el espíritu de la Constitución y del Estado de Derecho.
A nuestras Fuerzas Armadas, a las que han tratado de desinformar y desmotivar, a ustedes soldados y policías de la Patria, les quiero decir que ni su salario, ni su futuro, ni mucho menos su doctrina han sido o serán negociadas aquí. No se dejen confundir, por quienes no tienen otro interés que atacar este proceso con una imperdonable campaña de desinformación.
En varias
oportunidades hemos dicho que lo importante es lo que se discute en el
marco de la Mesa y los acuerdos a los que se llegue. Afuera las Farc se
han dedicado a divulgar sus opiniones con declaraciones aquí en La Habana o a
través de videos y escritos que también terminan por confundir a la
opinión pública. A la guerrilla le hemos dicho que llegado el momento y sin
armas, podrán exponer sus ideas. Lo que el país espera de nosotros es
llegar a un pronto acuerdo que permita ponerle fin al
conflicto, dejar atrás ese pasado de dolor y sangre para que no haya
más víctimas.
Para eso estamos aquí. Y
seguiremos trabajando arduamente: para terminar el conflicto y asegurar un
mejor futuro para los colombianos.
La Paz es posible.
Preparémonos para La Paz.
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