SIN RODEOS
El
colapso de unos controles
Por Jaime A. Fajardo Landaeta
Twiter: @JaimeFajardoLan
Todavía
está pendiente la medición de los efectos desastrosos de la caída de la torre seis
del edificio Space, al igual que el análisis de las consecuencias para las
familias afectadas. Por eso se requiere más vigilancia y control para
establecer si las constructoras están honrando sus obligaciones con los otrora propietarios
que de repente resultaron “dueños de nada”.
Habitantes
de las urbanizaciones construidas por Lérida CDO S. A. han enviado mensajes a los
medios de comunicación y a gestores de opinión, para denunciar que todavía no les
han cumplido con la debida reparación integral. Comparto la opinión de algunos en
el sentido de que se les debe reintegrar el capital invertido, el valor de los
enseres perdidos y de las mejoras que hicieron a sus viviendas.
El
edificio Space está localizado en un exclusivo sector de El Poblado, considerado
como un símbolo de prestigio y exclusividad, pero saturado de proyectos de
edificaciones después de la aprobación del Plan de Ordenamiento Territorial (POT)
de Medellín en 1999, cuando perdió su vocación rural y se convirtió en
escenario de grandes promociones inmobiliarias y comerciales, de falsas VIP y aún
de proyectos viales inconclusos.
Así
que la decisión de la Administración Municipal de echar por tierra toda la
edificación, a partir del informe de la Universidad de los Andes, no ha causado
sorpresa: las torres aún en pie no soportan las cargas actuales. Duro golpe para
unas familias que afincaron allí sus inversiones y sus sueños. El informe
reveló que la construcción presenta considerables fallas en el diseño
estructural que pudieron ser previstas en la revisión y antes de su aprobación.
A la curaduría le competía ejercer control durante la ejecución del proyecto
que autorizó tan alegremente.
Queda
al descubierto una falencia enorme en estos aspectos, máxime cuando detrás de tales
negocios hay inversionistas influyentes política y financieramente, que tienen
la capacidad de presionar decisiones favorables, a riesgo de lo que pueda
ocurrir con las edificaciones y las vidas de quienes las habitan y de sus vecinos.
Antes
del inminente Foro Mundial Urbano tanto Medellín como el país deben adoptar
controles efectivos sobre estos proyectos, y aprobar el POT no solo en relación
con las exigencias de construcción vigentes, sino también con un sistema de
control más exigente.
En
todo caso se jugó con la vida de los habitantes de unas viviendas afectadas por
graves fallas estructurales no detectadas a tiempo. Las responsabilidades rayan
con lo penal, así que debe haber sanción ejemplar para algunos constructores
que se enriquecieron a costa del ahorro y el esfuerzo por un techo digno y
seguro.
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