9 de septiembre de 2013

LECCIONES APRENDIDAS


SIN RODEOS
Lecciones aprendidas

Por Jaime Fajardo Landaeta
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El anuncio de la posible apertura de una mesa de diálogo con el ELN, con la colaboración de personas tan conocedoras de esa organización como el doctor Horacio Serpa, nos mueve a señalar aspectos que se deben tener en cuenta para evitar tropiezos futuros.

Para empezar, los negociadores por parte del Gobierno deben dejar en claro condiciones, tiempos, metodología y sentido de una agenda encaminada a ponerle fin al conflicto armado con esa organización. Pero me parece que es imperativo exigir la liberación inmediata de todos los secuestrados.

Para garantizar el éxito del proceso se deben evitar los excesos de protagonismo que hoy derrochan las Farc en la Habana, y asegurarse de que la opinión pública entienda que la agenda está orientada al logro de la desmovilización de esa agrupación y su inserción en la vida política del país.

Se deben revisar con cuidado los pasados diálogos con el ELN y analizar las causas de las rupturas. Con el gobierno anterior se avanzó bastante, pero al momento de las definiciones faltó voluntad para concretar un acuerdo de paz. Como resultado, en parte, se produjeron las desvinculaciones de los voceros de dicha estructura guerrillera Francisco Galán y Felipe Torres.

La mesa de diálogo con las Farc ya tiene su propio ritmo y autonomía y si bien pueden existir aspectos coincidentes en la negociación con el ELN, es muy afortunada la decisión de mantenerlas separadas para que no se estorben entre sí o en relación con las dinámicas y objetivos propuestos.

Además, es preciso resaltar los aspectos que le dan fortaleza y sentido de oportunidad a la negociación en ciernes: permitiría acercar a muchos países amigos para que apoyen el proceso y le impriman una connotación de compromiso internacional hacia el fin del conflicto en Colombia, abriría un necesario debate nacional sobre el tema de los hidrocarburos y su explotación, se podría concertar con precisión el mecanismo de refrendación de los acuerdos, y por último se pondría la lupa en las zonas con presencia histórica del ELN para que gobernaciones y alcaldías se comprometan con el proceso.

Opiniones emitidas por esa guerrilla aluden a que el diálogo se produzca sin condiciones ni temas vedados. Aunque se deben escuchar todas las propuestas, al momento de definir la instalación de la mesa tienen que existir unas condiciones mínimas que definan y delimiten su sentido y objetivos. ¿Si así se procedió con las Farc cómo no hacerlo con el ELN?

Po último, reitero que no le queda bien a esa guerrilla, ni al Gobierno Nacional, iniciar acercamientos solo porque se produjo la liberación de un extranjero, mientras algunos colombianos siguen secuestrados. En Antioquia tenemos el caso del ingeniero forestal León Andrés Montes Ceballos, sobre el cual esa guerrilla guarda un mortificante silencio, a pesar de la movilización ciudadana y de las múltiples voces que reclaman por su libertad, entre ellas la del gobernador, las de muchos alcaldes, líderes y medios de comunicación de la región.

NOTA: Mal le hace a nuestro sistema democrático el expresidente Uribe, al reaccionar, con demanda penal en mano, al ser enviada una petición de investigación, a la comisión de acusaciones de la cámara de representantes, por parte de un magistrado de un  tribunal de Medellín. Así no se obra!!

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