SIN RODEOS
Sano
y valioso debate
Por Jaime A. Fajardo Landaeta
Twiter: @jaimefajardolan
Recientemente
sesionó en la Universidad de Antioquia la Mesa Nacional Estudiantil –MANE-, y
me aseguran que los participantes tuvieron un comportamiento ejemplar, que el
debate resultó profundo y productivo, al ocuparse del devenir de la educación
pública y de los contenidos y alcances de la reforma educativa. Este proceso está
aglutinando a vastos sectores universitarios y empieza a cosechar un inmenso respaldo
ciudadano.
El
Gobierno nacional y las instancias locales y departamentales deben estar
atentos a su evolución para garantizar la libre discusión de las ideas, sin reparar
en posiciones ideológicas o políticas. Estamos ante un fenómeno estudiantil sin
precedentes y debemos estimular su crecimiento y consolidación en favor de la
paz y la reconciliación de los colombianos.
Pero
resulta muy llamativo que cuando empieza a abrirse espacios y posibilidades
surgen pequeños grupos que, a partir de prácticas terroristas pretenden
capitalizar esta lucha, pero tergiversan sus objetivos y opacan el sano debate
y la clara confrontación de ideas.
En
nuestro medio se ha consolidado la MAREA - Mesa Amplia Estudiantil Regional de Antioquia-
como una expresión de su símil nacional, para ventilar propuestas afines a los
objetivos de la comunidad en general; los resultados los comparten en una amplia
red social creada para el efecto. Tema central de preocupación son los derechos
humanos, a tiempo que buscan y adoptan las más idóneas plataformas de debate
democrático.
MAREA
es una expresión que se ha ganado su espacio en franca lid, con seriedad en sus
iniciativas y análisis. Uno puede discrepar de algunas ideas, pero es válido
privilegiar la creación de conocimiento, la investigación social y la
generación de interesantes propuestas de reforma educativa.
Por
eso es preciso que las organizaciones estudiantiles y la comunidad universitaria
en general rechacen de plano los métodos que utilizan los grupos violentos. La
más reciente actuación de militantes de las Farc encapuchados, armados y
atemorizando la población en la U de A, se convierte en el principal obstáculo
para que los estudiantes hagan valer sus propuestas y su voz de rechazo a las
medidas gubernamentales que los pueda afectar. Se debe poner freno a estos desafueros
y demandar la solidaridad de todos los antioqueños. Si la guerrilla quiere
participar en la reforma estudiantil que lo haga sin armas y sin menoscabar el
libre pensamiento, que liberen a la Universidad del flagelo del terror y la intimidación
que ya ocasiona un notable sentimiento de rechazo entre el estudiantado: llegó
la hora de poner a estos distractores violentos en el sitio que corresponde.
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