SIN RODEOS
Más
fusiles mudos
Por Jaime A. Fajardo Landaeta
Twitter: @JaimeFajardoLan
Entradilla:
Colombia avanza hacia un
cambio significativo si logra consolidar la paz.
Es
de esperar que después de la visita del papa y
sus insistentes mensajes en favor de la paz y la reconciliación, los colombianos
asumamos una actitud alejada de la polarización, la venganza y el odio que han
encarnado algunos dirigentes, causando enorme daño. Creo que quienes sigan
obsesionados con la división y la mentira, chocarán con esta nueva realidad que
Su Santidad logró consolidar en favor de la concordia nacional.
A
la par, se abren nuevas opciones hacia una paz integral, según hechos
recientes: la desmovilización de las Farc y la creación de su nuevo partido, el
cese al fuego bilateral con el ELN que impulsará la discusión de la agenda en
trámite, y la propuesta de sometimiento o acogimiento a la Justicia del llamado
Clan del Golfo en cabeza de su líder, alias Otoniel.
Así que nuevos aires soplan gracias al proceso de paz y a los mensajes dejados
por el papa.
Acerca
del cese bilateral del fuego entre el Gobierno Nacional y el ELN, a partir del próximo
1 de octubre y hasta el 12 de enero del 2018, pero que incluye ciertas acciones
humanitarias, debo decir que si bien el vocero del gobierno, Juan Camilo
Restrepo, ha insistido en que el acuerdo cobija el cese
de hostilidades, habría que aclarar si para el ELN las acciones humanitarias
caben en ese concepto. Que no se preste luego para interpretaciones acomodadas
que lleven a mayor confusión e incredulidad en la iniciativa.
En
fin, resulta muy positivo que las partes hayan llegado a este compromiso, máxime
cuando el ELN ha sido esquivo a ello, y algunos de sus frentes obran como si
fueran apenas miembros de una federación de organismos guerrilleros.
En
lo que respecta al proceso de sometimiento o acogimiento
a la justicia, términos sobre los cuales abundan las interpretaciones,
debe quedar claro, como lo dijo el vicepresidente Oscar Naranjo, que no se trata
de un proceso de paz o de una negociación política: el Clan del Golfo no tiene
ese estatus, a diferencia de las guerrillas, por lo que su situación debe tramitarse
vía justicia ordinaria.
Resulta
necesario, entonces, tramitar un proyecto de ley vía fast track que permita adoptar nuevos instrumentos judiciales para superar
las limitaciones del código penal en estos asuntos. Ello, sin desconocer el
carácter delincuencial de dicha organización al servicio del narcotráfico, pero
haciendo claridad en la necesidad del juzgamiento colectivo y no individual,
como lo plantea la norma.
También
es preciso que al frente de ese sometimiento o acogimiento a la justicia estén
las víctimas, y que todos los bienes tengan como objetivo la reparación. Que se
garantice la liquidación de esta empresa criminal; que haya colaboración plena
con la justicia y compromiso de no repetición del daño causado, ni de sus
acciones delictivas. El país y las autoridades hemos aprendido las lecciones
pasadas, y es imposible reeditar errores como los ocurridos con la
desmovilización de los paramilitares durante el gobierno de Uribe.
La
situación del país tiende hacia un cambio muy significativo que logrará grandes
avances en materia de consolidación de la paz integral y duradera, que tendrá
efectos sobre el próximo debate electoral y que de seguro le restará fuerza a
factores que han llevado a la polarización, el
odio y la venganza, para reorientarnos por inexplorados rumbos de desarrollo y
reconciliación.
Todo
indica que el presidente Juan Manuel Santos pasará a la historia como el único
que logró enfrentar y finiquitar la totalidad de los componentes del conflicto
armado, base de injusticias y aliento de inequidades sociales.
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