SIN RODEOS
Las
razones de un SÍ rotundo
Por Jaime A. Fajardo Landaeta
Twitter: @JaimeFajardoLan
Se
requirió de un nuevo proceso de paz para desarrollar plenamente la Constitución
de 1991, manteniendo el espíritu y la concepción que le imprimieron los
constituyentes. Por esa razón votaré SÍ en el plebiscito del 2 de octubre.
Por
fin las más de ocho millones de víctimas de las guerrillas, del
paramilitarismo, de algunos agentes del Estado y de grupos ilegales, tendrán la
oportunidad de ser reparadas en forma integral, conocer la verdad sin rodeos, participar
en los procesos de esclarecimiento y justicia y que se garantice la no
repetición de los hechos. Los instrumentos que ofrece la Ley 1448 de Víctimas y
restitución de tierras resultan insuficientes para el logro de dichos
objetivos. Por eso votaré SÍ.
Para
que las claves del acuerdo firmado entre el Gobierno nacional y las Farc, que
darán paso a una reforma agraria integral se concreten, al igual que la
democratización del acceso y uso de la tierra; para que se produzca una auténtica
formalización de títulos de los que muchos campesinos carecen, y se convierta
en realidad el catastro rural, se pueda delimitar la frontera agraria y
proteger las áreas de interés ambiental, al tiempo que toma forma el Fondo de Tierras
y se perfilan los demás aspectos de esa reforma, votaré SÍ en la próxima
consulta democrática.
Para
que las Farc desaparezcan como organización armada al margen de la ley, abandonen
los atentados contra la población civil, callen para siempre sus fusiles y
accedan a la vida política democrática para hacer parte de la oposición, y que cuenten
con las garantías requeridas para utilizar los canales democráticos e
institucionales, votaré SÍ, con entusiasmo.
Para
impulsar el debate urgente sobre drogas ilícitas en el concierto internacional,
partiendo de que el acuerdo permite construir nuevas estrategias que faciliten
el abordaje de iniciativas más realistas, para que se erradiquen en buena
medida los cultivos ilícitos y los campesinos cambien esa actividad y logren el
apoyo del Estado mientras cosechan nuevos productos. Para lograr el desminado
de los territorios con el concurso de los desmovilizados de las Farc, e impedir
la proliferación de víctimas de las minas antipersona (MAP) y de la munición
sin explotar (MUSE), y estos territorios puedan ser utilizados para una mayor
producción agrícola y campesina, votaré SÍ en el plebiscito.
Las
FF. MM. se han convertido en grandes impulsoras de este proceso de paz en cuanto
al fin del conflicto, la concentración de la guerrilla para la dejación de
armas y el esquema de seguridad del caso, que fue diseñado entre cinco
generales de la República y miembros de la dirigencia de las Farc. Pero han
llegado más lejos aún, al adoptar el lema de que la paz es la victoria, mientras
que en los cuarteles se respira un enorme entusiasmo frente a los resultados de
la negociación. También por esas razones votaré SÍ.
Porque
al avanzar en el conocimiento del texto del acuerdo se visualizan sus alcances
y se ponen en evidencia los equívocos y falacias que alienta la oposición; se
dimensiona su positivo impacto en la democracia colombiana y en el futuro de un
país que pondrá fin a 52 años de confrontación con la guerrilla más grande de América,
para comenzar a construir caminos de reconciliación. Por todo ello votaré SÍ en
el plebiscito del 2 de octubre que busca refrendar los acuerdos e implementar
la paz territorial que los colombianos anhelamos.
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