SIN RODEOS
Propiciar el sometimiento
Por Jaime A. Fajardo Landaeta
Twiter: @JaimeFajardoLan
Los medios de comunicación registran, con mucha frecuencia,
una mayor presencia de organizaciones criminales como las bacrim, las odin o las
bandas al servicio del narcotráfico en diversas regiones del país, incluidas zonas
de dominio guerrillero.
Resulta evidente el enorme crecimiento del grupo
delincuencial Clan Úsuga haciendo alianzas con las Farc y asimilando a otros
grupos para participar en sus negocios ilícitos. Se percibe su gran nivel
organizativo y sus alcances, a pesar de los certeros golpes de las autoridades.
Insisto en que el Gobierno nacional y la fuerza pública
deben emprender acciones militares, económicas, sociales e institucionales,
dirigidas a fortalecer la presencia del Estado y a preparar los territorios
para el posconflicto, especialmente en áreas de acción de las bacrim. Que haya
una cobertura institucional, inmediata y muy sólida, para impedir que otros
actores armados releven a las Farc y al ELN ante un eventual proceso de desmovilización.
No podemos reeditar las graves fallas del proceso con los
paramilitares, que tanto daño le produjo a Medellín y su área metropolitana, pues
luego de la extradición de sus líderes casi todos los mandos medios se tomaron las
bandas y combos, para convertirse en los mayores responsables de la violencia
urbana.
Sin vacilaciones, el Gobierno tiene que mantener la lucha
contra todas las organizaciones delictivas. A la par, debe analizar la propuesta
del Fiscal Luis Eduardo Montealegre para que, en el marco del sometimiento a la
justicia, se propicie la entrega y desmovilización de estructuras al servicio
del narcotráfico. Que tales opciones dejen en claro que ése sería un camino
acertado, opuesto al inminente de la cárcel o la pérdida de la vida. A mayor presión
de la fuerza pública, mayores posibilidades de un sometimiento efectivo. Éste no
equivale a una negociación de paz, pero debe estar antecedido de propuestas y
alternativas reales y eficaces, para que los delincuentes perciban la seriedad
que las anima. Ello implica impedir que su manejo corra por cuenta de personas
no aptas para llevarlo a buen puerto. Cualquier gestión, con cualquier
agrupación delictiva, deberá contar con el aval gubernamental y de la Fiscalía General
de la Nación para garantizar su pleno éxito.
Se suma a lo anterior; las declaraciones de un vocero de los
EEUU, en CM&, en el sentido de evaluar la posibilidad de la operatividad de
la extradición y si esta figura amerita cambios en su ejecución.
A propósito, con frecuencia se escuchan repiques de campanas
ante la supuesta entrega masiva de bandas y combos, o de miembros de “la Oficina”.
Me parece que sus artífices buscan cosechar protagonismo mediático, pues tales anuncios
no consultan la realidad de esas estructuras, ni dan cuenta de la valiosa gestión
pastoral que adelanta la Iglesia con los jóvenes inmersos en la violencia.
Nota: Llega al mando de la policía metropolitana del Valle
de Aburrá el General José Gerardo Acevedo Ossa, conocido ampliamente por la
ciudadanía de todo Antioquia, a quien le deseamos muchos éxitos en su gestión.
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